Por Raúl Barbero Núñez
Pocas conclusiones pudieron sacar en el dia de ayer Javi Gracia y Ernesto Valverde ya que lo mostrado por sus pupilos fue muy poco. Anoche, pareció que la temperatura gélida que hubo en La Rosaleda se instauró en el verde. Ambos conjuntos hicieron cambios con respecto al partido de liga, lo mas notables fueron la baja de Sergi Darder y Aritz Aduriz.
El Athletic planteó un partido serio, cortando lineas de pases de la defensa malaguista a sus mediocentros con una presión alta. Además, cerró muy bien atrás con el mariscal Laporte comandando las tropas bilbaínas, y es que este chico es un seguro de vida, sacó el balón con calidad y fue bien al corte dejando a su marcaje en evidencia: Amrabat. La movilidad de Williams y la calidad de Ibai Gómez (que creó la única ocasión del partido con un fuerte disparo) fue lo mejor de los leones en ataque. Ni siquiera el juego aéreo pudo aportar ocasiones a los rojiblancos, que si es verdad no jugaron un gran partido pero ven su moral reforzada compitiendo en sus dos últimas salidas a Villareal y Málaga. Ahora afrontan dos partidos en casa con clara ventaja ya que tendrá a favor la caldera de San Mamés.
Por parte malaguista destacar poco, el equipo de encuentra ahora en un claro bajón de rendimiento, las lesiones han mermado al conjunto blanquiazul en el que ayer destacó la vuelta de Weligton aguantando los 90 minutos a un gran nivel. Su vuelta, ha dado empaque a la defensa e incluso hace mucho mejor a su lado a Angeleri. Donde mas cojea el Málaga es en ataque, lleva 180 minutos sin crear mas de 3 ocasiones de gol claras lo que unido a la nula presencia de los extremos desbordando, hace que Amrabat necesite un apoyo en la delantera que le descargue de trabajo, o bien que el marroquí vuelva a colocarse en banda ya que sus cualidades son en espacio. Poco más que destacar ya que a los boquerones están en ese punto en el que no les sale nada y el físico no acompaña.
Todo lo planteado ayer no valdrá ni para el domingo ni para la vuelta, cada partido es un mundo y San Mamés es un universo diferente en el mundo del fútbol. Ni veo a los leones haciendo dos malos partidos más, ni a los malacitanos bajando los brazos. Cabe esperar que mejoren de cara a estos dos siguientes partidos en el que ambos equipos se juegan mucho y antes estos dos conjuntos con tantos canteranos en sus onces se vienen 180 minutos de pelea, garra, calidad y sobre todo pasión por un escudo.
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